No... esto tampoco es nuevo, prometo subir algo nuevo en un tiempo relativamente corto... o eso espero. Encontré esto por ahí, en una carpeta, nada del otro mundo, y además corto. Pero bueno, subido queda.
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Ese es el ejercicio, cualquier hora es buena para cebarse con objetos inanimados, en una búsqueda de libertad de los más sinceros errores y las peores frustraciones.
Uno patea la naranja y estalla, como deberían hacerlo aquellas cosas que nos preocupan y atentan contra nuestros días.. pero no... nada se va fácilmente... nada malo al menos... aunque parece ser que lo bueno sí, pasa, desaparece como si nada (only the good die young, decía la canción). Sin embargo, lo malo queda ahí emponzoñando nuestra retina y nuestra conciencia.. reverberando continuamente como no queriendo abandonar el cálido y acogedor hogar que es para ello nuestra mente.
Y naranja tras naranja uno decide que de nada sirve golpearlas, pues el verdadero objeto de su desidia no se encuentra concentrado en la posibilidad de conseguir un zumo agrio a patadas..
Hay veces en que te equivocas... veces en las que no... y veces en las que no sabes bien... si te equivocaste o hiciste lo correcto... incluso hay veces, en las que nada de eso importa, porque hagas bien o mal, lo sepas o no.... sabes que no te sientes lo lleno que crees que deberías sentirte, es entonces cuando uno piensa que este mundo es un mundo de sentimientos y no de principios... es cuando uno se da cuenta de lo poco que alimenta el zumo sin nadie con quien compartirlo.
lo peor es cuando pateas una naranja que está podrida...
ResponderEliminarBESOS!
¿¿¿¿y los señores del agua???? ¿aquellos que tienen mil formas de nadar?
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